Me cansé de guardar mis dibujos en un cajón y los puse al lado de textos sin mucha importancia sobr

jueves, 27 de mayo de 2010

Choque de Saludos

18ChoqueDeSaludos

Nos pasa a las parejas, a los enamorados, a los siameses, a los cómplices, a los compañeros de vida. El choque de saludos es algo propio del día a día, cada vez que nos debemos separar por alguna extraña razón y nos volteamos a seguir en esa despedida que no queremos que termine, como si de eso dependiera seguir unidos, aunque sea de esa forma virtual que debemos practicar cuando nos toca estar lejos.

Extendemos nuestras manos mientras se golpean con otras manos, mientras otros creen que a ellos se les saluda, y chocan con los autos y las personas, con los árboles y sus hojas, con los postes, con los puestos de comida. Pero la seguimos extendiendo sin importar si vemos la mano del otro, si el otro está viendo la tuya, es la intención de la seña, de ese gesto de ti para mi, de mi para ti.

Gracias a esas cosas hermosas de la vida, esto no solo pasa cuando nos despedimos, también nos vemos de lejos previo a cada encuentro, te recibo con saltos, manos arriba, volteando, corriendo, saltando, porque quiero que sepas que aquí estoy, a segundos de encontrarte, y no me importan los extraños que se estén burlando de este festejo infantil, porque simplemente quiero que mis besos y abrazos pueden cruzar cualquier obstáculo, que nuestros saludos salgan ilesos entre tanto choque humano e inerte.

Panchulei

martes, 25 de mayo de 2010

Listas: #1 Libros

17ListadoDeLibrosCamilo me inquieta. Se ha pasado los últimos diez años pegado al diván de la biblioteca. No es que me preocupe del todo mal, sino que me preocupa en un sentido más bien curioso, me inquieta su quietud, pero lo que más me inquieta es ese exquisito arte que cultiva: leer. Pero él lee con furia, dedica la mayor cantidad de sus fuerzas, ganas y tiempos en ello. Me inquieta saber en que está cada momento, en que mundo anda caminando, por cual sendero ensucia sus zapatos, en que reflexión agresiva y poco amorosa anda metido, que cosas está aprendiendo en cada una de las líneas que sus ojos devoran como quien esquiva lianas en la selva. Todos los dineros extras o inesperados, así como también los urgentes y escasos, son absolutamente dedicados a su manía, a su pasión, o a ese acto más cercano al coleccionismo que a la instrucción. Por qué esto no se detiene una vez que se levanta y sale a caminar, esto sigue en su maletín guardado en forma de marcador de página, o por las calles, envuelto en vitrinas y estanterías eternas, en ofertas, en curiosidades dignos de bibliófilos como él.

Como todo buena pasión, ha planificado con mesura sus lecturas; cuenta con una extensa lista de los libros que leerá, pasando por literatura de guerra civil como es la de Marsé, bañándose en una exquisita fuente de suspenso y creatividad como lo es Cortázar, revisando un práctico libro de fotografía como es el de Emanuel, entrando al terreno de la lucha de clases y cristiandad como lo hace solo Richard, sentándose en las crónicas de Donoso, cultivando la línea de sus trazos con Simpson, o simplemente oscureciéndose con las historias de Palahniuk. La lista es enorme, y por año ha alcanzado los más de cien títulos, en muchos casos alcanzando hasta los doscientos. Las demandas auto acordadas han sido seccionadas de forma natural por los meses del año, así cada libro leído es un importante número de páginas ganadas al mes, y así hay un conteo anual. Se van tachando los ya leído, así como se ha preocupado de no dejar al lado dos títulos relacionados entre sí, para ir variando en sus lecturas.

Espero que todo siga bien con Camilo, que siga empapándose de las letras que tanto ama. Eso si, suelo hablarle de precauciones, ya que he sabido de personas que son atrapadas por enormes libreras hambrientas de material vivo para ser procesado y así enriquecer aún más las líneas de esa celulosa mezclada para producir milagros asombrosos, como son los libros.

Panchulei

jueves, 20 de mayo de 2010

Disolviendo la Tristeza

16DisolviendoTristezas

Tanto tiempo ha pasado, y hay algo que nunca termina de atravesar mi alma, mis ganas son para volver a creer en ellas, y el espíritu está tan alto como las fortalezas. Es que al parecer es una cualidad, el llevar la tristeza atravesando la mitad de mi cuerpo, pasando por mis fuertes, por mis miedos, haciendo de mi silencio el mejor de los genios.

Es una costumbre dejar las penas adentro, casi imperceptibles, estallar solo a veces en un llanto, e intentar disolverlas cada vez que se pueda. Es una mochila tan pesada, donde llevo el despegue hacia la muerte de tantos queridos, los daños de los aún vivos, los errores evitables, el miedo al futuro, todas culpas y pesares. Al sentarse duele un poco, a veces le aplasto la cabeza. Otras veces me miran con ojos extraños por ven su cabeza colgar, con el calor se va derritiendo, y el frio realmente lo paraliza. Eso que me atraviesa no es más que un ser deforme, que poco a poco he ido sacando de mis entrañas, de un lado hacia otro, arrancándolo con fuerza, con rabia. Sé que algún día quedaré limpia, y miraré hacia arriba y solo veré hacia el infinito, donde encontraré las esperanzas necesarias para no seguir más con este sentimiento. Pero necesito que me ayudes, porque gracias a ti lo descubrí.

Panchulei

martes, 18 de mayo de 2010

Hacer las Cosas Bien

15HacerLasCosasBienPorque esto comenzó el día en que naciste y sabían todos que eras una bebita, una futura niña, una próxima mujer. De expectativas altas, los aretes de oro, el vestido color rosa. Las trenzas bien atadas, el moño alto, los zapatitos de charol y sus calcetas con blondas perfectamente blancos. Con los años la adolescente perfecta, no te puedes subir ni un gramo, perfectamente aseada. Por favor, cuide sus modales nena, postura recta, vestido planchado, joyas adecuadas, y nunca, pero nunca, maquillaje más de la cuenta. Debes tener un buen vocabulario, altas costumbres, buenos modales, cara de bondad, sonrisa perfecta. Las chicas boconas no les gusta a los hombres serios, importantes.

Cuídate de estudiar y llevar tus años en el colegio de la mejor forma, sobresaliendo, siendo partícipe de todo. Haz que la mayor parte de tu tiempo la pases en actividades que te beneficien. Ayuda a tus hermanos más pequeños a estudiar, elige un pasatiempo que hacer por la tarde. La corona solo se la lleva la más exitosa, y cuando llegues al final de esa etapa te darás cuenta de que si no haz dado lo mejor de ti, tendrás que olvidarte de todos los halagos. Porque ellos no se preocupan de esas cosas, en cambio a ti y a todas ellas les interesa ser las mejores, las más educadas, las que mejor hacen todo.

Querida pequeña y grande a la vez, los desafíos se harán cada vez mayores, sobre todo cuando entres a la universidad, y tengas que mantener tu elegancia natural. No te dejes llevar por las tentaciones, estudia todo lo que puedas, sé la mejor, aunque eso signifique ningunear y basurear a tus contrincantes. En tu mente siempre tendrá que estar en mente hacerlo todo bien. Es probable que durante ese período conozcas a tu príncipe, y luego de un largo tiempo de noviazgo te cases con él. En ese preciso momento pasarás de ser aquella mujer recién salida de la universidad que tendrá que convertirse por lejos en la mejor de todas; responder bien en el trabajo, ser agradecida con tus colegas, saludar cariñosamente a todos, lanzar una que otra risita idiota, y por la noche llegar a casa como si nada y ser la esposa atenta y cariñosa que él espera. No te preocupes que esa etapa será cortísima, porque querida mujer perfecta, pronto llegará el momento en que lo que nazca de tu vientre se apodere de tu vida, y tendrás que manifestar lo mejor de ti para ser madre. Que esa perfección que años cultivaste con encanto se transforme en la mayor manifestación de una mujer que hace las cosas bien, aunque se quede incubado entre cuatro paredes, ¿sabes por qué?, porque teme que finalmente, y como siempre lo hiciste, hagas todo mejor que él.

Panchulei

jueves, 13 de mayo de 2010

Feliz No Cumpleaños

14FelizNoCumpleaños Querido Armando: Te escribo junto a esta lejanía que ya se hace costumbre entre nosotros, esa distancia de tantos kilómetros que cada día me duele más. Te escribo hoy, y no mañana, porque sé que no gustas mucho de celebrar tu cumpleaños, porque te haces un año más grande, y el reloj comienza a tocar tus talones, todos te siguen recordando tus años y en que andas o deberías andar. Te escribo como un anticipo a las decenas de llamadas y mensajes que mañana te harán llegar los que más te quieren o se interesen en ir a celebrar contigo, algo que tú quieres hacer íntimo y privado, con quienes de verdad están en tu día a día.

Siempre he creído que en el día de nuestros cumpleaños, tenemos por única vez en el año el poder absoluto de producir encuentros, de estallar en alegría, o bien abstraernos del todo, aunque nos estén buscando, aunque no nos dejen respirar. También creo que en ese día tan especial en el que nos hacemos más viejos, tenemos que estar contentos, tranquilos y cómodos con todo lo que suceda en nuestras vidas, prohibido llorar, recibir quejas, ser parte de reconciliaciones innecesarias, ni mucho menos ser dueños de gestos hipócritas. Mejor pasar un rato agradable, con gente agradable, de pronto mejor pasarlo solo, o tal vez sea necesario elegir a una sola persona en el mundo y entregarle el privilegio de ser la única aceptada en tu vida durante ese día. Tal vez eso quieres, y por eso te envío una carta vacía, porque sé que adivinas cada palabra que quiero regalarte, como llenando el papel de poesía, de ternuras aprendidas, recordadas frases dichas al oído, leída mil veces en otras cartas.

Espero tu abordo mañana por la tarde, cuando tu cumpleaños sea tan solo una excusa para hacer algo. Esperaré que saques esa pesada mochila de tu espalda, te limpies bajo el agua, te pongas ropa limpia y salgamos. Iremos al restaurant que más desees, y mientras comamos, quiero recibir tus historias perdidas en el bosque, mientras siguiendo a un hermoso conejo te recuerdes que lo que haces es lo que más amas. Luego llegaremos a casa, y mientras el sueño nos envuelva, te acariciaré el cabello, como siempre, sin que nadie se entere de esta celebración privada, solo mía y tuya…

Panchulei

martes, 11 de mayo de 2010

Oh! Premiado Tedio

13OhPremiadoTedioEl mundo ofrece todos los días a mediodía el más grande de sus espectáculos; una asombrosa demostración de sus máquinas y sistemas automáticos. Millones de procesos se llevan a cabo en el momento en el que cada espectador, previo pago de su entrada, entra a ese enorme teatro lleno de cables y electricidad, modelos de última generación, por primera vez presentados y todos listos  para facilitar el trabajo de los humanos, o bien para reemplazarlos y así correrlos de sus funciones.

La figura de Doris es casi símbolo de otros tiempos, una especie de espejismo entre tanta tecnología, un fantasma tímido y tan mecánico como las máquinas que invita a conocer. Es una de las pocas personas que trabaja para este espectáculo. Su papel es la de vender las entradas a los curiosos que se osen de entrar a esa sala envuelta de modernos artefactos. Ha sido nombrada empleada del mes, del año y de la década, ya que su constancia ha hecho de ella una pieza más de esta gran maquinaria encargada de presentar el futuro a sus visitantes. Su labor es siempre la misma, y su salario solo ha variado de acuerdo a los reajustes.

Hoy es un día especial; luego de años de sacrificios por este monótono trabajo, el dueño de esta maquinaria ofrece espectáculos, le dará un gran bono equivalente a lo que ella ganaría en diez años, todo por su constancia de hacer día a día, instante a instante, la misma y estúpida acción de vender entradas. Guarden silencio, que ella no lo sabe, y lo que es peor, su jefe no sabe que ni esa enorme cifra de dinero calmará la frustración de Doris por tirar los mejores años de su vida al tacho de la basura.

Panchulei

domingo, 9 de mayo de 2010

Mirar por Sobre el Sombrero

12MirarPorSobreElSombrero

He lamentado durante toda mi vida, haberme topado con esa especie de personas dispuestas a terminar con tu mejor forma de ser y vivir, cargándote de comentarios inútiles y casi enfermizos, que ven el detalle de cada cosa, la pelusa de tu abrigo, el resorte que se escapó de tu antiguo colchón, el broche que ya no cierra, la uña que no alcanzaste a cortarte, el rastro de pastel que hay encima de tu sombrero. No les basta que lleves botones de oro ni botas de cocodrilo, porque para ellos lo defectuoso tiene muchísimo más valor en el momento de llevar su análisis a cabo. La cantidad de saliva y rabias malgastadas en la brusca búsqueda del defecto es asombrosa; para analizar la vestimenta pueden tomarse de cinco minutos a dos horas, para ver que hay detrás del tono de voz y la forma de hablar bastan de dos a treinta minutos, para increpar sobre tu forma de vivir fácilmente pueden tardar de cinco horas a dos semanas, y para que hablar del análisis que se lleva a cabo para ver como es tu desempeño como trabajador, pueden tardar de una semana a veinte años, ¡realmente impresionante!.

Para hacer de forma más rápida la identificación de esta clase de sujetos, he optado por llamarlos “los falsamente detallistas”, ya que para mí el detalle es un arte exquisito utilizado de buena forma para rellenar vacíos de la vida cotidiana y no para apocarlos ni hacerlos aún más caóticos, a diferencias de estos fijones que se gastan la vida maldiciendo torpezas ajenas que coleccionan como estampillas de filatelia.

Panchulei

jueves, 6 de mayo de 2010

Extraño Para Quien no Sabe

11ExtrañoParaQuienNoSabe¿A quién encarnarías si te lo propusieran? ¿Que silencio final darías luego de escoger alguna frase? ¿Haz sacado alguna parte del mundo que hay en ti y lo haz dibujado? ¿O haz dejado la mitad de tu vida por tan solo un momento? Tal vez son los exactos dos segundos antes de la apertura de ese telón físico o imaginario, esa separación que puede ser mental o de carne que se diluye cuando materializas en una huella eterna o un segundo tan fugaz como una estrella eso que no todos entienden. Esa mirada delirante, ese escape de la conciencia, ese regalo que haces a todos para que queden pasmados en tu inmensidad, pero que de pronto en la crudeza de los otros puede significar nada. Porque desde el instante de la concepción de una idea, pasamos a ese mágico proceso de creación, que no es más que el hermoso arte de descubrir que hay detrás de ella, darle una forma, o de pronto dejarse llevar por la creación de otro, inmiscuirse en lo que el creador ha querido expresar para hacerlo propio y darle una nueva interpretación a eso que es extraño para quien no sabe lo que es tener la mitad del mundo en sí.

Es una actividad sin garantías, sin devoluciones, sin clientes, pero con una ola enorme que te puede sumergir en millones de nuevas interpretaciones, de dudas surgidas a través de las mismas dudas que surgieron con la concepción de la idea, es la razón de la apreciación, es la valoración de lo bello. ¿Pero que le pasa a quien se dedica a ser un instrumento de traspaso? Esa persona tiende a ser la mal comprendida, la sumergida en sensaciones, la marioneta, el flujo de adrenalina y la explosión final del tiempo. Para quienes son carentes del oficio en los escenarios y de la suciedad de colores que mancha todo el cuerpo, todo esto es extraño, toda la catarsis de la que son espectadores queda en la experiencia de contemplar esa belleza, y no logran entender jamás como las sensaciones se transforman en materialidad. ¿Cómo vemos a los artistas? ¿Cuánto valor tiene el ser pequeños dioses autores de nuestras propias creaciones?

Panchulei

miércoles, 5 de mayo de 2010

Aunque te lo Explique Nunca lo Entenderás

10AunqueTeLoExpliqueNuncaEntenderasAún recuerdo esa mano, esa caminata que aunque fuera del jardín infantil a la casa, se transformaba en toda una aventura llena de invencibles, de rutas secretas, de manjares disponibles a merced, un camino cargado de enseñanzas y largas conversaciones, donde hablábamos de lo nuevo que había aprendido, de lo bien que me había portado, de las cosas que te quedaban por hacer y de tu silencio. Y aunque te fuiste un día de invierno, como una gotita de lluvia escurridiza por la ventana, aún recuerdo ese lazo tan especial y que con tan solo un “good morning” todas las mañanas iluminabas mi habitación.

Tantas cosas he sabido de ti, como de tus juguetes, aficiones e intereses. He descubierto como un milagro tus viejos dibujos, y aún conservo como un gran tesoro un lápiz gordo con el que supongo alguna vez hiciste un boceto. Tú nunca viste mis dibujos, no sé que pensarás de ellos, pero me basta observar mi mano sobre los tuyos para saber de donde heredé esta manía. A veces me avergüenzo por haber hurgueteado tus cosas cuando ya no estabas y para el resto solo eran un montón de cachureos. Pero no te preocupes, que aún da la temperatura y brilla como el oro de los dioses tu pequeña guitarrita. El reloj está bien, no anda, pero está bien. Y siempre he hablado bien de ti, eres mi héroe.

A ratos me imagino que pasaría si aún estuvieras aquí… de pronto así fue mejor. Los más de 70 años de diferencia nos habrían traído más de un problema, y que importa, si en la vida nada de eso vale. Creo que contigo compartí mucha complicidad, es como sentir que entre nosotros muchas generaciones se quemaron, y me alegro que tú hayas estado el principio de mi vida, así como yo estuve al final de la tuya. Al medio hubieran existido muchas cosas inexplicables, líos generacionales inconciliables, cosas que nunca nos podríamos haber explicado. Al final de cuentas, ¡qué carajos sabía yo de tú generación y tú de la mía!. Nunca hubieras entendido este milenio, así como nunca entendí tu sombrero. No sé si te hubiera gustado que hasta el día de hoy supiera de tantas herramientas y fierros, no sé de que cosas hablarías, ni en que gastaríamos el tiempo. ¿Aún existiría alguna lámpara que arreglar en casa? ¿Aún podrías seguir enseñándome cosas? O bien, ¿qué cosas te estaría explicando en vano? ¿Qué misterios de los años veinte tratarías de explicarme?. Hay un abismo entre nosotros, pero a pesar de eso siento tus saludos por la mañana, tu mano al medio día, tu jugo de naranja por la tarde y tus caricias al llegar la noche.

Panchulei

martes, 4 de mayo de 2010

La Máquina Mueve Sesos

09LaMaquinaMueveSesos Cuando fui al último cumpleaños de mi mejor amigo, su abuelo comenzó a contar extrañas historias de la ciudad. Una de ellas era la del proyecto de la máquina mueve sesos. Hace muchos años, un connotado empresario, dueño de una empresa de informática había invertido toda su fortuna en tecnología soviética. En un comienzo solo se quedó con la premisa de que podía ser una poderosa herramienta para mejorar la productividad de sus trabajadores, y no contaba con las advertencias necesarias de los efectos secundarios de este sistema. El puerto fue el testigo de la llegada de gigantes engranes y tornillos sinfín y desde el aeropuerto llegaban cientos de técnicos especializados en el montaje y la puesta en marcha de esta gran mole. Luego de cuatro años de trabajo y armado de la máquina, el antiguo edificio donde se localizaba la empresa, comenzó a sufrir radicales transformaciones. Su altura se duplicó, pero sin continuar la línea de construcción; parecía que desde el piso 13 salían enormes cachos negros con forma de corona, mientras las ventanas perdían su forma rectangular común y sus alféizar comenzaron a curvarse.

Una vez que la máquina estaba completamente montada, descubrieron que toda esta tecnología había sido vendida a tan bajo precio porque aún no había sido testeada, por lo que se puso en marcha una serie de pruebas para comprobar su eficacia. Partieron experimentando con ratas y pequeños engranes incrustados en sus cabezas. El resultado fue que en vez de ser capaces de dar 658 vueltas al día en su rueda, cuando estaban conectadas a la máquina, eran capaces solo de dar 231 vueltas al día, pero sorpresivamente agrupaban las maravillas en formas geométricas. Luego experimentaron con gatos, y a pesar de hacerlos más lánguidos, gracias a la máquina comenzaron a modular su maullido a tal punto de llegar a decir palabras como “quiero”, “necesito”, “mamá”, “colaboro” y “maña” de forma muy educada y acordes al momento. Superando estas pruebas, experimentaron con el primer grupo de humanos; eran quince, todos hombres entre 20 y 35 años, solteros y sin hijos. Abrieron sus cráneos y sin problemas instalaron el engrane en los sesos de cada uno de ellos. La primera semana, todos aquellos hombres que solían trabajar alrededor de cuarenta horas semanales en el departamento de programación y eran sometidos a estas pruebas, no sufrieron ningún tipo de cambio en su desempeño y necesidades básicas. Pero bastaron solo unos días más, para notar cambios realmente considerables. Los primeros fue acortar el tiempo de programación exitosa de veintitrés horas de trabajo a tan solo dieciséis y media. A la tercera semana, ya eran casi súper hombres y demoraban solo nueve horas en realizar su trabajo. Cuando los alcances llegaron a reducir los tiempos de trabajo y así mejorar la productividad a tan solo cuatro horas, aquel orgulloso e importante empresario, se dio cuenta que el someter largas horas al día a los quince hombres de programación a esta tecnología tenía varios efectos adversos, como la conversión de pequeñas partes del cerebro a pequeñas partículas de cenizas, las manos se hinchaban y el pelo se caía. Como las organizaciones de derechos humanos nunca tardan demasiado, apenas se enteraron de esta noticia intentaron boicotear las pruebas, y aunque a ellos les fue imposible, el olor a sesos quemados apestaba tanto, que sus propios vecinos fueron los encargados de prohibir la actividad en la zona, por lo que el edificio fue demolido y el exitoso empresario nunca más se orgulleció gracias a este fracaso a cuestas. Solo logró rescatar algunos engranes y un potente motor, aislarse y tener a solo algunos afortunados quema cocos en una nada llamativa oficina ubicada al lado del antiguo lugar de los hechos, claro que esta vez van sentados frente a computadores de última generación juntos a un excelente sistema de ventilación.

Panchulei