Rascarme las manos, golpear la cabeza contra la almohada, adormecerme los pies para luego adormecerme por completo, mecerme de un lado a otro, arroparme hasta la cabeza, leer hasta quedarme dormida, abrazar la almohada y respirar contra ella como simulando una asfixia. Son experiencias exitosas tras años de insomnio, aunque sean maneras poco elegantes de conseguir el sueño, han sido técnicas perfeccionadas, incluso he aconsejado a personas que sufren del mismo mal a hacer las cosas que yo hago.
Más allá de buscar soluciones parches para quedarme dormida, he logrado vislumbrar la raíz del problema. Todo radica en dormir de noche, ya que he solido imaginarme temibles sombras de enanos y monstruos pequeños que se asoman desde el reloj, o escapando de alguna buena novela. Para que hablar de los árboles que se convierten en temibles garras o de las vibraciones producidas por los camiones que pasan por la calle, las que me hacen recordar aquella noche en la que el miedo se coló entre los sueños y logró despertarme en un baile demencial.
A diferencia del día, la noche es ese coladero infernal, donde solo se deja pasar a los miedos y las preocupaciones. La angustia se acentúa, se transforma en razón de ser. La oscuridad transforma cualquier sector de la casa en el peor lugar, y esa sensación antes de acostarme me obliga a repetir los mismos códigos para llamar a ese sueño que disfruta convertirme en algo que no quiero, una muerta viviente, una señal apagada, dos ojos cerrados, un tibio deceso momentáneo.
No creo que las cosas cambien mucho al dormir de día, pues la noche es inevitable, y se lidia con ella dormida o despierta.
7 comentarios:
Esas noches donde la oscuridad te abraza y te quiere hacer presa de un profundo sueño pero a la vez existe un algo que te lo impide, son horribles.
Me ha tocado aventarme discografías completas de mis artistas y ni así llega el tan anhelado sueño. Y claro, los que padecemos de este mal nos inventamos mil rituales para lograr dormir y todo sin éxito. Yo por eso mejor me la paso ahora en Internet.
La noche tiene los caminos orgiásticos donde los hallazgos son verdaderos. Es perderse para encontrarse, es la vigilia del inconciente y de nuestros cultos a Dioniso.
Es ver a medias luces o inclusos sin luces, es ver con los ojos del alma.
Encontrar personajes desprejuiciados y rivetes no antes vistos, es aniquilar los esquemas y parámetros del día y dejar de ser, para ser.
Ah… también se puede dormir.
Buen post. Saludos.
Yo gracias a Dios no sufro de Insomnio. antes me iba a la cama con millones de pensamientos hasta que un dia aprendí que entre otras cosas (jejejeje) a la cama se va a dormir, no a pensar, no a planear nada, si tengo que encarar algunas cosas en la oscura noche para el dia postrero, lo hago en mi sala, en la cocina, en la azotea, en fin, menos en mi habitación, es mi santuario para descansar, para estar placido, comodo y tener dulces sueños...
Saludos "!!!
No tengo esos problemas para conciliar el sueño, éste llega a mi apenas roza mi cabeza la almohada. Sin embargo mis sueños son habitados por esos pequeños duendes y mounstruos, aunque ya acostumbrada a ellos me sirven para nutrir mis historias. Siempre con un lápiz a mano para ver si puedo rescatar algún personaje.
Me gusta tu idea de ilustrar los escritos (o viceversa)
Saludos!
Yo generalmente vivo haciendo de la noche día... Como tengo serios problemas para dormir, prefiero salir y perderme que quedarme mirando al techo.
Me ha encantado leer sus opiniones sobre el tema del insomnio y la noche. Es genial ver distintos puntos de vistas y distintas armas que utilizamos para hacer más llevadera la vida. Espero que se vuelva a repetir en los temas que vienen, ya que el próximo es uno cargado de fobias y traumas.
Saludos!
Fran
durante unos 2 o 3 gloriosos meses fui imsomne, al principio era un poco incomodo pues me condenaba a un oscura soledad, luego la ilumine con cigarrros, y un dia decidí salir a pasear, desde esa noche empeze a recorrer las calles casi casi vacias a reconocer los arboles que ignoraba de dia, nunca conocí de tan cerca mi barrio como en esos meses. Llegué a articular la frase: Yo gozo de imsomnio. Me sentia mas lucido en las noches, escribia mas, leia mejor, hasta que un día (una noche.) me quede dormido en el primer cigarro. Y soñe que me dormia. Al despertar me entro la terrible duda de que tal vez mis meses de imsomnio fueran solo sueños de imsomnio, sueños que se negaban a si mismos.
saludos.
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