Tiranos, traidores, estafadores, vengadores, protectores, pacientes, violentos, pacifistas, egoístas, ambiciosos, generosos, embusteros, justicieros. Se habían cambiado el nombre y las máscaras, y mientras jugaban en la salita de juegos sacaron a relucir su actitud. Se quitaron las piezas, se las escondieron, se las regalaron, las perdieron. Se imaginar otro mundo, y de paso, se vistieron con más edad. El tablero dejaba de ser ese pedazo de realidad flojo para convertirse en un escenario sin límites horarios y de nacionalidad. Se categorizaron, manipularon los dados y ¡zás!, se arrebataron las manos, se estiraron el pelo, afloraron las envidias, se perdieron las bondades. “¡Déjame que te diga que eres un tramposo!”… “¡¡¡Aaaaah!!! ¡Qué te coma la serpiente!”, “¡Qué te ahogues en un lago!”. Mientras más los miraba, los odiaba con más amor, y comencé a temerles. “¡Suéltame el brazo!”… “¡¡¡No quiero!!!” “¡¡¡Suéltame el brazo maldito traidooooor!!!”. Quiero que se dejen ese pedazo de mundo, que se los trague, quiero que desaparezcan, que se mantengan pequeños e insignificantes como siempre, ratitas estúpidas, pequeños tiranos, traidores, estafadores, vengadores, protectores, pacientes, violentos, pacifistas, egoístas, ambiciosos, generosos, embusteros y a veces también justicieros.
4 comentarios:
Confieso que no soy para nada amante a los juegos!!!
saludando por aqui !!!
La verdad no entendí mucho tu post, pero debo ser franco y me pareció preocupante.
mmm... que resentido
Qué lindo es ese mundo :) el de los juegos, la fantasía y la imaginación... quizá algo se pierda de inocencia con los años, pero poniendo un poco de atención, es maravilloso ver esos minutos, segundos, o cuánto sea de tiempo que salga a flote en nosotros y el resto de la gente ;)(porque siempre lo hace... sutilmente)
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