He lamentado durante toda mi vida, haberme topado con esa especie de personas dispuestas a terminar con tu mejor forma de ser y vivir, cargándote de comentarios inútiles y casi enfermizos, que ven el detalle de cada cosa, la pelusa de tu abrigo, el resorte que se escapó de tu antiguo colchón, el broche que ya no cierra, la uña que no alcanzaste a cortarte, el rastro de pastel que hay encima de tu sombrero. No les basta que lleves botones de oro ni botas de cocodrilo, porque para ellos lo defectuoso tiene muchísimo más valor en el momento de llevar su análisis a cabo. La cantidad de saliva y rabias malgastadas en la brusca búsqueda del defecto es asombrosa; para analizar la vestimenta pueden tomarse de cinco minutos a dos horas, para ver que hay detrás del tono de voz y la forma de hablar bastan de dos a treinta minutos, para increpar sobre tu forma de vivir fácilmente pueden tardar de cinco horas a dos semanas, y para que hablar del análisis que se lleva a cabo para ver como es tu desempeño como trabajador, pueden tardar de una semana a veinte años, ¡realmente impresionante!.
Para hacer de forma más rápida la identificación de esta clase de sujetos, he optado por llamarlos “los falsamente detallistas”, ya que para mí el detalle es un arte exquisito utilizado de buena forma para rellenar vacíos de la vida cotidiana y no para apocarlos ni hacerlos aún más caóticos, a diferencias de estos fijones que se gastan la vida maldiciendo torpezas ajenas que coleccionan como estampillas de filatelia.
9 comentarios:
completamente de acuerdo
A ese tipo de personas les suelo colgar una coletilla: "lo importante es lo que no haces", así que poco importa lo que te esfuerces o a donde llegues, para ellos lo importante será precisamente, aquello que no has hecho..
Y eso no es malo, una vez localizados es más sencillo ignorarlos, eso les duele más...
esa gente tiene una viga en el ojo propio tremenda. y además le gusta perder el tiempo en gilipolleces.
Me hizo gracia esta entrada. Yo por lo general me entretengo cuando ando por ahí -caminando, en el metro, en la micro, donde sea- viendo cómo la gente está vestida y pelando conmigo misma el mal gusto y haciendo un fashion emergency mental.
Ahora, por interpretando un poco la entrada... Sí, es molesta esa gente que parece sentir placer encontrado siempre algo mal en todos. Siempre hay un detalle, una cosa, que está mal.
Hay que espantarlos no más. No hay que tener espacio para esas personas en la vida. Nunca.
hay cosas que, independientemente del tamaño, son importantes y otras que no lo son - todo, por supuesto- dentro de una marco relativo y sujeto a cambios, ya que la importancia es, en sí, una cualidad relativa.
el poder percatarse de lo importante en cada momento y situación es, quizás, la sabiduría más básica de la vida.
saludos!
En mi opinión hay hacer de cuenta que no están. No sirve de nada malgastar ni siquiera un post de este blog, en esos tediosos personajes, que poco hacen.
Y digo “poco hacen” por ser generoso, ya que alejarse de los demás es el principal obstáculo para comenzar a hacer, cualquier cosa.
No te fijes. Saludos.
A mi modo de ver, creo que todo en algún momento de la vida, y en diversas circunstancias hemos sido así, en mayor o menor grado. Me encantan sus comentarios, y de pronto reflexiono mucho con ellos. A ratos siento que han tomado como una reflexión absolutamente mía y solitaria cada tema que he tocado en este blog, pero tb. he intentado abstraerme, jugar con los tipos de narradores, y ponerme en el papel de otras personas que observan cosas que puedo hacer, o ven otro tipo de situaciones, quizás más aisladas, pero que no dejan de ser manías innecesarias, no?
Muchos cariños a todos!!! por la noche subo un nuevo mandamiento de mentira, visito sus blogs!!!
Fran
Chévere blog. Me gusta tu sensibilidad, tu observación. Saludos desde Ecuador
Para sus cumpleaños regálales un espejo de aumento. (La venganza no es buena, pero puede ser divertida)
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