Tenía tanto miedo, comencé a escarbar en los libros, vi cientos de películas sobre la religión y el sentido de la vida, ayudé a todos los débiles que encontré a mi paso, pero el miedo no se iba. Pagué mucho dinero por encuentros espirituales, probé con ritos paganos, antiguas drogas alucinógenas, bailé alrededor de una hoguera, hice sacrificios de sangre y ayuno, siendo así y a pesar de todo, mis miedos no se iban. Pensaba en la muerte, en la miseria, temía a la naturaleza y su fuerza descomunal, el miedo a la soledad, a la ausencia y todas las carencias posibles carcomían mis energías para seguir viviendo.
Todo hubiera seguido igual sino hubiera conocido a aquel ser que hizo de mi alma una llamarada infinita. Me presentó los secretos de la historia y lo místico, esos mismos que millones desconocen y que ha dependido de solo algunos mantenerlos en secreto. Me dio charlas de humildad, lo que me permitió tener la chance para no pensar si era o no especial entre todos y darme cuenta de lo miserable que seguía siendo. Me dejó prendido a la calidez y esa dulzura, la de su voz cuando decía; “no dejes que tu propia fé te encierre en los miedos, tu fé debe enfrentarlos, hacerlos desaparecer”… No fueron necesarias más palabras para entender que creer en lo místico, que darle tanto sentido a lo espiritual sienta su dirección cuando se es capaz de no temerle a lo superior, sino que subir hasta él, ser más y mejor, derrotar las barreras, superar las caídas, conocerse a sí mismo, entender la importancia de los real, valorar la verdad, dejar a un lado los símbolos, los ritos, las meditaciones, dejar de llenarse de ruido mientras el corazón se llena de miedos. Desde ese encuentro, el templo, los ritos, los objetos de valor, los llevo solo dentro de mí, los hago agua, los convierto en esa llama que realmente necesito para no tener más miedo.
5 comentarios:
Fran!!!
Que choro tu blog! felicitaciones, me alegro mucho ver las cosas que haces, están buenísimas, nos vemos en clases!!!
buen post, Fran.
siempre he pensado que el ser humano parece ser el animal con más miedo entre todos los animales.
interesante cómo un "ajuste espiritual" ye libra de tus miedos. ojalá sea siempre así!
saludos!
Y quitarse esos miedos inculcados desde pequeños suena imposible. Yo aún no lo logro.
Hola Fran.
TINTA HÚMEDA...
Abro la madrugada.
Es adrede mi desnudez
que busca ser invadida por el frío.
Corro la bruma con la mano
como abriendo una cortina,
avanzo hacia el día
que empieza a hacerse nítido.
Es mi estrategia para añorar tu abrazo.
Espero tu rostro como fondo del paisaje.
Tus ojos brillantes entran en los míos,
siguen hasta el fondo sin pedir permiso.
Te sabes dueña de lo que llevo.
Tu sonrisa se saborea
con el anuncio de mis besos.
Vuelvo al día que me jala
hacia maniobras vacías.
Tu voz me guía
a través de los bultos inertes
de la ciudad en que vivo.
Bolaños.
Como siempre un placer pasarme de nuevo por tu rincón. Feliz domingo.
Saludos y un abrazo.
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